Record Hístorico MLB. Andrés Muñoz volvió a responder en el momento clave. Y se colocó entre los mejores relevistas mexicanos de todos los tiempos.
El dueño del noveno inning
Andrés Muñoz continúa firmando una temporada de élite en las Grandes Ligas. Y este miércoles volvió a ser clave en una nueva victoria de los Seattle Mariners. El cerrador mexicano sumó su salvamento número 16 del año en el triunfo 6-5. Sobre los Chicago White Sox, pero lo más destacado fue que con ello alcanzó los 56 rescates en su carrera. Empatando a Sid Monge como el pitcher mexicano con más salvamentos en la historia de MLB. El siguiente paso, con su ritmo actual. Lo pondría entre los tres mejores taponeros mexicanos de todos los tiempos. Alcanzando a Aurelio López, quien tiene 93.
En una noche donde Seattle remontó en la octava entrada. No hubo lugar a dudas sobre quién debía cerrar el juego. El sinaloense subió al montículo en el noveno inning y, fiel a su costumbre, impuso orden con su dominio. Permitió un solo hit, pero resolvió sin mayores complicaciones para sellar el resultado. Y mantener su efectividad en 0.00 tras 21.2 entradas lanzadas esta temporada.
Cierre con autoridad y dominio absoluto
Muñoz reemplazó a Carlos Vargas para buscar los últimos tres outs del juego. Tras permitir un imparable de Andrew Vaughn, dominó a Tim Elko con un elevado, después a Édgar Quero con un fly a territorio de foul en tercera base, y concluyó con un roletazo de Chase Meidroth que resultó en una jugada forzada en segunda. Así, el mochitense aseguró su lugar en la historia del béisbol mexicano.
Pero más allá de los números, el impacto de Muñoz va mucho más allá. A sus 26 años, se ha convertido en el brazo más confiable del bullpen de los Mariners y, según muchos analistas, uno de los mejores cerradores de toda la Liga Americana. Con 28 ponches, un WHIP de 0.74 y sin haber recibido carreras limpias en lo que va de campaña, su dominio ha sido tan silencioso como contundente.
El seguro de Seattle: récords en puerta
La victoria ante los White Sox representó más que un triunfo para Seattle; fue otro ejemplo del temple de Andrés Muñoz. Su combinación de recta fulminante y slider letal lo ha consolidado como una pieza vital en un equipo que lidera la División Oeste y que ha encontrado en él una garantía total para cerrar partidos.
